lunes, 14 de marzo de 2011

El origen del río Pilcomayo (mito wichí)

El siguiente mito lo extrajimos de un libro hermoso que se llama "Och ´ a tilhis lhamtes/Raíces del chaco salteño. Pilcomayo Pakhas/ Voces del Pilcomayo".
Haciendo click acá, pueden bajarse 3 relatos más. Los relatos están en Wichi y en español, y los escribieron alumnos de distintas escuelas del chaco salteño. Para adquirir el libro pueden contactarse con Cefomar Editora.





EL ORIGEN DEL RÍO PILCOMAYO  (Mito wichí)
Cuentan los antiguos wichí que al principio de los tiempos los hombres del Chaco vivían contentos, sin preocupación, alrededor de un gran árbol. Ese árbol era el yuchán y en su gran tronco se encontraban todas las aguas con sus habitantes.
De allí los hombres sacaban los peces para su alimentación y no tenían más que meter la mano para atrapar el que quisieran; pOdían tomar cualquier pez, chico o grande, pero no debían flechar a Atsá que era considerado el padre de todos los peces y había que respetarlo. Esta orden la había dado Chilaj el dueño de las aguas y de los peces, por eso los hombres habían respetado siempre aquel mandato.
Pero un día, llegó a la misión un desconocido que se estableció aislado de todos y se comportaba de un modo extraño; de todas maneras, este desconocido también empezó a alimentarse de los peces que sacaba del tronco del gran yuchán y nadie decía nada ya que había mucha abundancia.
Después de pasado algún tiempo y aprovechando la oscuridad de la noche en la que todos dormían, este desconocido se dirigió al yuchán y, sin pensarlo dos veces, buscó y flechó a Atsá rompiendo el mandato de Chilaj, quien se enojó mucho por lo sucedido y abrió el tronco del yuchán, de manera que escaparon todas las aguas con los peces.
Fue así como nació un gran río al que la gente con el tiempo lo llamó "Pilcomayo". Aunque ya no era fácil sacar los peces del agua; por eso, vinieron tiempos de hambre y sufrimiento.
Después de aquella noche, nadie más volvió a ver al desconocido y entonces se dieron cuenta de que había sido él mismo el que había quebrantado el mandato de Chilaj.
Una tarde, cuando todos los hombres se encontraban a orillas del río tratando de sacar algún pez, llegó nuevamente otro desconocido; pero esta vez con una extraña red entre sus manos, con la cual se metió al río y, con bastante facilidad, comenzó a sacar peces.
Sorprendidos, todos se acercaron a él y le pidieron que les enseñara cómo hacerla, a lo que accedió gustoso. Con el tiempo, todos los hombres aprendieron a fabricar y a usar esta red que en la actualidad llaman "red tijera".
Nadie supo nada más, tampoco del segundo desconocido; pero un sabio viejo de la misión aseguró que tanto el primero como el segundo desconocido no era otro que Tokjuaj convertido en hombre quien, arrepentido por haber quebrantado el mandato de Chilaj y provocar el hambre de mucha gente, volvió para enseñarles cómo conseguir alimento del río.
Lo cierto es que los buenos tiempos en los que la gente, para alimentarse, no tenía más que meter la mano en el gran yuchán y sacar los peces jamás volvieron; y la abundancia de peces en el río Pilcomayo, actualmente, no es en cualquier época.
Relato oral: Sr. Abrahan Torres, (aborigen wichí) Relato escrito: Higinio Berrutti (estudiante wichí y nieto del relator)
U:E: Nro. 4162 - Pozo El Tigre